El experto en acuicultura Dag Sletmo, de la división de mariscos en DNB, uno de las entidades financieras más importantes las regiones nórdicas, ha sido claro durante la ponencia inaugural de Aqua 2024 al destacar que, aunque los impulsores de la demanda están en su lugar, el verdadero reto radica en aumentar la oferta sin incrementar la huella ambiental. Para lograr esto, como señaló el experto, será necesario implementar nuevas tecnologías, mejorar las prácticas de cultivo y establecer mejores regulaciones.
Sletmo destacó que, Entre los factores que benefician la demanda de la acuicultura, se encuentran las mejores cadenas de suministro de alimentos en mercados emergentes, una población mejor educada que opta por dietas más saludables, y una población envejecida que consume más pescado. Además, existe un potencial limitado en la pesca tradicional, lo que significa que el crecimiento debe provenir principalmente de la acuicultura.
Todo ello, en un contexto mundial en el que la producción sostenible de acuicultura debe aumentar, al menos, un 75% para 2040 si se quiere limitar el calentamiento global a 1,5ºC. Y es que, como destacó el experto, la acuicultura presenta ventajas significativas en términos de sostenibilidad en comparación con otras formas de producción animal.
La producción de peces, como destacó, tiene un menor consumo de agua y genera menos emisiones de CO2 en comparación con la ganadería terrestre. Además, requiere menos superficie terrestre y presenta una tasa de conversión alimenticia más baja, lo que la convierte en una opción más eficiente y sostenible para satisfacer la demanda global de proteínas.
Para Sletmo, resolver el problema de la oferta pasa por "empujar los límites". “La capacidad biológica no es un absoluto, es una función de la regulación y la tecnología”, indicó. No obstante, reconoció varios problemas que enfrenta la industria: conflictos espaciales, la tragedia de los comunes, la falta de conocimientos suficientes y el aumento de las expectativas de la sociedad.
Frente a estos desafíos, Sletmo subrayó que no se debe "construir la casa sobre arena". La clave, según él, es establecer un marco regulatorio sólido basado en la ciencia y con una aplicación estricta, junto con una investigación robusta y aplicada estrechamente vinculada a la industria. También destacó la importancia de una fuerte cooperación entre reguladores, investigadores e industria para impulsar la innovación y mejorar las prácticas de cultivo.
Como ejecutivo de DNB, el banco líder en Noruega y la mayor entidad financiera global en el sector de la salmonicultura, Sletmo aporta una perspectiva financiera única sobre lo que se necesita para impulsar esta expansión de manera sostenible. Si bien DNB ha centrado gran parte de sus actividades acuícolas en el salmón, Sletmo también abordó temas relacionados con la acuicultura en general.
Antes de unirse a DNB, Sletmo trabajó en Cermaq, un productor global de salmón, y en ABG Sundal Collier, un banco de inversión nórdico. Su formación incluye un MBA de la Columbia Business School en Nueva York y estudios de economía y filosofía en NHH y UiB en Bergen.
Con una amplia experiencia en la industria y en finanzas, Sletmo plantea que la clave para el futuro de la acuicultura no solo reside en la innovación y la regulación, sino también en asegurar un financiamiento adecuado y sostenible que permita a la industria crecer sin comprometer el medio ambiente.