Tiago Aires y Sara Magalhães, expertos de Aquasoja, marca comercial de piensos para acuicultura de Grupo Sorgal, han presentado en la Aquaculture Europe 2022 de Rimini (AE22RIM), un estudio en el que proponen diferentes estrategias de alimentación para dorada y lubina con el objetivo de convertir estos pescados en “superalimentos”, por su adecuada proporción de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, Omega-3 EPA y DHA, y bajo contenido en Omega-6, esencialmente ácido linoleico.
Como señalan para misPeces, el pescado ya es considerado por muchos nutricionistas como un “superalimento” porque, a través de su ingesta, nos aporta nutrientes muy beneficiosos para la salud como proteínas de fácil digestión, vitaminas A y B, o minerales como hierro, yodo, fósforo, flúor, calcio o zinc.
Pero si algo marca la diferencia entre el pescado y otro tipo de alimentos es que son fuente natural de ácidos grasos Omega-3 del tipo EPA y DHA, muy importantes para el correcto desarrollo del feto durante el embarazo, o prevenir, entre otras, enfermedades cardiacas o neurodegenerativas en adultos.
Tal es la importancia del Omega-3 EPA y DHA en la dieta, que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) recomienda una ingesta diaria en adultos de 250 a 500 miligramos al día. Esto se consigue fácilmente, por ejemplo, consumiendo semanalmente tres raciones de doradas o lubinas.
Pero el contenido de Omega-3 no es el único aspecto que convierte a algunos pescados y mariscos en superalimento, también su proporción de Omega-3 y Omega-6. Como es sabido, los Omega-6 tienen como fuente principal los alimentos vegetales y exhiben propiedades inflamatorias en los tejidos, lo cuál puede ser bueno hasta cierto punto ya que permite a los organismos, por ejemplo, actuar de manera positiva ante una herida o el ataque de un agente externo. Mientras que los Omega-3, tiene propiedades antiinflamatorias, reduciendo este proceso cuando ya no es necesario.
En los últimos años, como señalan, la incorporación de aceites vegetales en la dieta de los peces buscando una mayor sostenibilidad, ha modificado la relación de Omega-3 y Omega-6 que, aunque no es algo que deba preocuparnos, pues el pescado que se produce actualmente cumple con estos estándares de alto contenido en ácidos grasos Omega-3, si es una cuestión a tener en cuenta y, por eso, esta proporción debe ser manejada de manera adecuada para que no se produzcan desequilibrios nutricionales.
En Aquasoja, hemos querido que este estudio sirva para establecer una estrategia que “mejore la proporción de estos omegas 3 y 6 a los niveles deseados por el consumidor”, y marque “la diferencia entre un buen producto y otro excelente”.
Pudimos obtener una indicación para la dorada y la lubina sobre el período de alimentación necesario para alcanzar este objetivo de alto contenido en Omega-3 en el filete y bajo de Omega-6, utilizando un pienso con aceite de pescado como única fuente lipidica añadida. Además hemos testado la buena aceptación del consumidor a este producto.
El estudio fue realizado en una granja piscícola del sur de España a escala comercial y los resultados permiten llegar a conclusiones muy interesantes como, por ejemplo, que la dorada puede mejorar el perfil de ácidos grasos de su filete alimentándose con estos piensos durante el periodo de primavera y verano (6 meses), mientras que la lubina parece necesitar alimentarse por más tiempo con este tipo de piensos para que esta estrategia se refleje positivamente en el filete.
Por otra parte, este enriquecimiento con aceites ricos en Omega-3 EPA y DHA ya no son dependientes del aceite de pescado extractivo. En nuestro estudio pudimos comprobar como el aceite de pescado obtenido en nuestras instalaciones de procesado de SAVINOR UTS procedente de recortes pesqueros pueden ser igualmente válidos y más sostenibles. En el contexto actual, además, los aceites obtenidos de microalgas ricos en DHA, tienen precios similares a los del aceite de pescado convencional y pueden ser una buena alternativa.
Otras estrategias pasan por incluir grasas de animales terrestres en lugar de las vegetales, o añadir aditivos que maximicen la retención del Omega -3 EPA y DHA en el filete y, de esta manera, obtener una proporción con el Omega-6 que permita decir que son pescados de una calidad excelente al consumidor.
Información adicional:
S. Magalhães, T. Aires. Assessing the best feeding strategy in GSB and ESB to modulates fillets’ N3/N6 fatty acids ratios. Aquaculture Europe 2022.